



Como tiene acostumbrado a su público en más de 30 años de destacada carrera, Bosé se mostró sobre el escenario enérgico, descarado, provocador, dinámico; espectacular escenografía y luminotecnia, que requirió seis tráilers para llegar hasta Santander. Apoyada en la tecnología más novedosa, se combinó una llamativa realización audiovisual centrada en la parte central del escenario con un despliegue de arquitectura móvil a través de esculturas de más de 14 metros de pantallas de diferentes tamaños que subían y bajaban ante la incrédula mirada de muchos
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